A 11 años de su primer disco La velocidad del paisaje, y después de 3 discos emergió el 4º, 1990. Es la obra donde muestra las circunstancias de esta generación, post dictadura, que sin embargo creció con todos los fantasmas que quedaron deambulando.
Entre el público no eran pocos los que interpretaban las canciones como si fueran propias. Incluso se formaban duos, así vi a una madre y su hijo adolescente, mientras quien parecía ser el padre permanecía sentado al medio entre ellos y solo miraba al escenario. Pero al volver la vista después de un rato, el padre también cantaba, cantaban los tres, yo constaté que algunas músicas son contagiosas.
Se conjugó una suerte de predisposición a la conexión de quienes siguen al artista, con su capacidad interpretativa, entregándose en vos y cuerpo a ellos. Y no solo con el canto, las historias que relata de su intimidad, sus incursiones entre la gente, para cantarles como un susurro en la cercanía, pero con la potencia de su voz amplificada, son lazos que se perciben en quienes sentados contemplan cada movimiento de Mocchi.
Yo canto porque lo siento! Más si otres lo sienten conmigo!
La música independiente me fue volviendo guerrero
Mi arma es el boca en boca, disparo canción al cielo
Sin género y sin espadas, no vengo haciendo carrera
Yo saco todo pa fuera, me muestro con lo que tengo
Y aunque yo no tenga nada, va creciendo lo que era
Mi canción va acompañada si ustedes son mi trinchera
Folclorito para la trinchera