Divididos

 

Fotografía: Facu Bertones

Crónica: Guillermo Amy

Antel Arena

12 de mayo de 2022

 
 

4 años tuvieron que pasar para que la mítica banda de Hurlingham volviera a visitar Uruguay. 4 años que se hicieron eternos, tomando en cuenta el contexto pandémico. Finalmente, a principios de este 2022 se anunció que el power trío argentino volvería al país a tocar en el Antel Arena, en un show que significaría un reencuentro con el público en un lugar en el que no habían tocado hasta la fecha, y donde las emociones se sintieron con una intensidad más que notoria, a pesar de que los asientos ubicados a lo largo del campo impedían el pogo que acostumbra en aparecer.

Sobre las 21:30, Divididos salió a escena con un formato que a primera vista resultó bastante particular, ya que consistía en un set acústico decorado con unas lámparas de pie en cada una de las ubicaciones de los integrantes. Se apreciaba una batería acústica por delante de la que Catriel utiliza para el formato eléctrico, una silla en la que se ubicó Diego Arnedo, quien traía puesto un bajo acústico, y Mollo sentado en el piso de piernas cruzadas. De esta forma, presentaron el formato que la banda utilizó en “Se me llenó de hojas el bulín”, video en vivo que se realizó en conmemoración de su 33 aniversario.

En estas condiciones, realizaron un breve jam introductorio, para pasar a tocar “Los Hombres Huecos”, “Azulejo”, “Vientito del Tucumán”, y “Dame un Limón” (que contó con Denis Ramos de No Te Va Gustar de invitado en el solo de trombón). Sorpresivamente aquí estuvo presente la parte más emotiva del show, de la mano de “Vida de Topos” en versión acústica y la infaltable “Spaghetti del Rock”, interpretada mayoritariamente por Mollo en voz y guitarra, demostrando que pese a sus 65 años de edad, sigue teniendo una vigencia absoluta y manteniendo su voz en su máximo rendimiento.

Una vez finalizada este fragmento, hubo una breve pausa en donde fue retirado todo utensilio que formaba parte de este formato para dejar la clásica puesta en escena de la banda. Previo a empezar, Mollo soltó palabras de agradecimiento por el cálido recibimiento del público y automáticamente se pusieron a tocar, haciendo vibrar el recinto desde el primer acorde. “Cabalgata deportiva” fue la primera en sonar y automáticamente el público que hasta ese momento había permanecido en su asiento, se paró para vivir la experiencia a pleno. La lista siguió con “Haciendo Cosas Raras”, “Casi Estatua”, “Tanto Anteojo” entre otras.

La noche prometía ser larga y llena de rock. Sonaba “Sábado” y de a poco los espectadores iban olvidándose de la existencia de los asientos, la intensidad seguía siendo avasallante, con una base rítmica muy sólida de parte de Arnedo y Catriel, quien fiel a su estilo, ejecuta su instrumento con una fuerza que impresiona con solo verlo. El descontrol fue con “¿Qué Tal?” enganchada con el hit de Sumo “La Rubia Tarada”. El coro no dejó de hacerse sentir en ningún momento, llegando a su clímax con la frase “A tomar una ginebra con gente despierta, ¡esto si que es Uruguay!” parafraseando la lírica original de la canción. El setlist avanzaba con Rasputin con su enganche melódico de Hey Jude de los Beatles, y al término de esta, los músicos nuevamente abandonaron el escenario para una nueva pausa.

En ese lapso de tiempo muerto, los técnicos fueron insertando una jirafa y un micrófono en el medio del escenario. Al volver, Mollo mencionó “tengo un invitado que si les va a gustar” llamando a Emiliano Brancciari de No Te Va Gustar para interpretar “¿Qué Ves?” en conjunto, hecho que según las propias palabras de Brancciari, “fue un sueño cumplido”.

Ni bien el micrófono fue retirado y nuevamente el trío quedó cara a cara con el público, se sintió el “¡No Estoy Solo!” que generó la respuesta del público con un fuerte “¡Puedo salir a comprar!” dando el puntapié a este casi último tramo del show con “Salir a Comprar”, “Amapola del 66”, “Sucio y Desprolijo”, y “Crua Chan” de Sumo casi sin pausa y sin dar respiro. Al finalizar esta última, la banda resaltó que el show era con asientos porque fue organizado en “periodo de transición” y invitó al público a “disfrutar de la transición” (haciendo referencia al paso de la emergencia sanitaria a la normalidad).

Ya llegando al último tramo y con el pogo concentrado en lugares puntuales de la explanada, “Paisano de Hurlingham”, “Paraguay”, “El 38” y “Ala Delta” fueron tocadas prácticamente de manera continua. De esta forma dieron un cierre parcial al espectáculo, pero la sana costumbre indicaba que faltaban los covers de Sumo que siempre dan ese condimento especial. “El Ojo Blindado” fue la primera en ser interpretada, y luego de llevar al voto popular la segunda canción (la cual sería la última de la noche) el público se inclinó por “Mejor No Hablar de Ciertas Cosas” ganando por amplia mayoría a “Nextweek” que era la otra opción en juego.

Mollo se lanzó a la valla a saludar y regalar púas mientras Arnedo y Catriel seguían haciendo la base rítmica, hasta que al volver a subir, dieron el final definitivo que despertó una ovación total de parte del público. En esta oportunidad Arnedo fue quien agradeció al público por haber ido al show y esperando volver a reencontrarse en la próxima, cerrando con un cálido abrazo entre los integrantes y despidiéndose de Uruguay. Así dio cierre Divididos con un show completo, largo, virtuoso y necesario para quienes disfrutamos de la banda.

 
 
Cuatro Cuarenta