La interacción con el público fue constante, mediante el grupo de whatsapp se iba informando que acciones seguir, desde reproducción de sonidos, imágenes para visualizar desde los teléfonos, las acciones se realizaban en sincronia de todo el publico generando un ambiente nuevo, texturas construidas en red.
La obra interpela constantemente un espacio nuevo, que habitamos en la cotidianidad, que se instaló y como una telaraña nos atrapó, al parecer sin un claro devenir, con mas interrogantes que certidumbres. Algo es seguro, no deja a nadie indiferente y exige por la velocidad en que se manifiesta una actualización constante. Una obra explorativa, necesaria, bien planteada, de una belleza audaz y conmovedora.