Hanson en La Trastienda MVD

Fotografía: Noelia Ferreira

Crónica: Guillermo Amy

8 de octubre de 2022

La Trastienda MVD

 
 

“Volvieron los 90” era la frase más repetida cuando por el mes de enero (otro país, otro contexto) se confirmaba que los hermanos Hanson visitarían Montevideo por primera vez. ¿Inesperado? Si, sin duda. Pero una grata sorpresa, al fin y al cabo, ya que en aquel entonces había una necesidad de que este tipo de espectáculos se realizaran luego de mucho tiempo con casi nulas visitas de artistas anglo. En su momento las repercusiones no tardaron en llegar, siendo tema de conversación en redes sociales (y hasta chistes referentes a la época noventera) por varios días desde su anuncio.  

Los meses pasaron, la agenda de shows al flexibilizarse las medidas por el Covid fue siendo cada vez más cargada y ajustada, y este show, que en su momento fue como una especie de disparador, dando el puntapié inicial a los shows internacionales, terminó pasando casi por el costado de la mirada popular. De igual manera, esto no evitó que sus fans, que por tanto tiempo esperaron esta visita, pudieran cumplir el sueño de finalmente verlos en vivo. En esta oportunidad, la gira latinoamericana los traía presentando su disco más reciente, “Red Green Blue”. 

Al llegar se apreciaba una fila bastante larga para entrar. Se podían escuchar comentarios desde “estuve esperando 25 años esto” o “no puedo creer que estoy por entrar a verlos” a charlas aleatorias sobre quién de los 3 hermanos era su amor platónico en aquellos años. El marco de público era importante, en su mayoría rondando los 30/40 años. Al ingresar al recinto, se podían ver banderas de Uruguay, alguna de Argentina e incluso carteles con las caras de cada uno de los hermanos Hanson, pero todos en su mayoría concentrados lo más cerca de la valla posible. El entusiasmo era grande y se notaba.  

Apenas pasadas las 21:00, Zac, Isaac y Taylor salieron a escena acompañados de un bajista de sesión, generando una inevitable euforia. El momento era soñado para los presentes. Bastó con que terminara el primer tema del set, Gimme Some Loving”para que el “ole ole ole Hanson Hanson” se hiciera sentir. La banda, impactada por el fervor, agradeció el cálido recibimiento y dio seguimiento a un setlist que no renegó de ninguna de sus etapas, conteniendo aproximadamente 26 canciones y tocando por aproximadamente 2 horas casi sin pausa. 

A lo largo de la noche, los integrantes hicieron mención varias veces a que era su primera vez en Uruguay y la emoción que eso les generaba. Talento les sobra a estos 3, y cuando más se nota es cuando tocan y cantan juntos, destacándose, por sobre todas las cosas, unos armónicos vocales muy bien trabajados. Aquellos “pibes” de caras inocentes y voces agudas, hoy son músicos de 40 años en promedio, con más de 20 años de carrera y bastante más cancha arriba, manteniéndose activos, sin la relevancia y el alcance que lograron tener en su “prime”, pero conservando una base de fans a lo largo del tiempo, al que se entregan por completo generando una conexión casi familiera. 

Pero no solo destacan colectivamente, sino que también individualmente. Cada uno de ellos tuvo su momento a solas con el público para cantar alguna canción con guitarra o piano en plan solista, contar anécdotas, explicar las líricas de las canciones (en ocasiones hablando un inglés difícil de entender hasta para los más familiarizados con el idioma) y reaccionar vergonzosamente ante algún “i love you” que caía desde la explanada. 

Los Hanson dejaron a la vista que, pese a que tienen años en esto y varios álbumes editados, siempre mantuvieron el estilo de pop amable, sano y family friendly. Canciones de sus discos más noventeros (ej: Weird, A Minute Without You) hasta los más recientes (ej: Write You A Song, Child At Heart, etc.) estuvieron dentro del set en un show bastante convencional pero efectivo, con un grán sonido y una iluminación bastante discreta, pero complementando a la perfección desde el lado musical. El público también tuvo participación en la lista con el voto (o grito) popular, ganando More Than Anything por sobre River.  

Para sorpresa de nadie, el momento más eufórico vino con el clásico Mmmbop, donde la cantidad de registros celulares y cánticos se elevaron notoriamente. Pero había más. Thinkin’ Bout Somethin y Lost Without Each Other complementaron el típico final que nunca termina de ser final, y al volver (y no sin antes prometer retornar a Uruguay más temprano que tarde), dieron cierre final con I Don’t Wanna Go Home e In The City. 

Antes de irse uno de los hermanos se tomó el tiempo de agradecer al público desde lo más sincero de sí mismos, y de presentar al bajista que pese a no ser de la familia se acopla excelente a las necesidades sonoras de la banda. La frase más repetida fue “gracias por recibirnos de esta manera”, dando a entender que la banda se llevó la mejor de las imágenes de la fanaticada montevideana. Una fecha que sin duda quedará en el recuerdo de quienes fueron contemporáneos al éxito de este grupo en aquellos años y para quienes fielmente siguieron apoyando a lo largo de los años. Y como decía un tweet que leí por ahí, ¿Por qué nadie está hablando de que los Hanson tocaron en Montevideo?  

 
 
Cuatro Cuarenta