Apenas pasadas las 21:00, Zac, Isaac y Taylor salieron a escena acompañados de un bajista de sesión, generando una inevitable euforia. El momento era soñado para los presentes. Bastó con que terminara el primer tema del set, Gimme Some Loving”para que el “ole ole ole Hanson Hanson” se hiciera sentir. La banda, impactada por el fervor, agradeció el cálido recibimiento y dio seguimiento a un setlist que no renegó de ninguna de sus etapas, conteniendo aproximadamente 26 canciones y tocando por aproximadamente 2 horas casi sin pausa.
A lo largo de la noche, los integrantes hicieron mención varias veces a que era su primera vez en Uruguay y la emoción que eso les generaba. Talento les sobra a estos 3, y cuando más se nota es cuando tocan y cantan juntos, destacándose, por sobre todas las cosas, unos armónicos vocales muy bien trabajados. Aquellos “pibes” de caras inocentes y voces agudas, hoy son músicos de 40 años en promedio, con más de 20 años de carrera y bastante más cancha arriba, manteniéndose activos, sin la relevancia y el alcance que lograron tener en su “prime”, pero conservando una base de fans a lo largo del tiempo, al que se entregan por completo generando una conexión casi familiera.
Pero no solo destacan colectivamente, sino que también individualmente. Cada uno de ellos tuvo su momento a solas con el público para cantar alguna canción con guitarra o piano en plan solista, contar anécdotas, explicar las líricas de las canciones (en ocasiones hablando un inglés difícil de entender hasta para los más familiarizados con el idioma) y reaccionar vergonzosamente ante algún “i love you” que caía desde la explanada.