La Tabaré y Las Manos de Filippi

Fotografías: Bruno Conti
Crónica: Pedro González
22 de Marzo
Live Era

A las 21:30 horas se dio acceso, luego de que, dentro, retumbara la prueba de sonido de Moors. Al ingresar a la sala, sus visitantes fueron recibidos con canciones, tales como una que en el estribillo repetía: "No me gustan los hippies". A partir de ese momento, pasaron otros 30 minutos hasta que se presentó la banda originaria de Minas.

Salieron tocando a todo trapo, muy fuerte, saltando en el escenario. El público, un poco frío aún, tardó en responder. El vocalista, con mucha energía, enfatizaba su presencia con una inscripción de "noise, noise, noise" en su remera, y le hacían honor.

Moors, la banda minense, me dejó unas notas de Turf e incluso de Vilma Palma e Vampiros por momentos. Incluso algún pasaje de su presentación me sugirió una publicidad de shampoo, esto corre por mi cuenta.

The Moors:

•  Marcelo Intruso: Voz

•  Leo Hueco: Guitarra

•  Contador: Bajo y voz

•  Fede FromHell: Batería y voz

Mientras, afuera, en la cerca dispuesta para los fumadores, "el corral", como alguien la denominó, se abrió para sacar al primer caído. El calor fue un protagonista de la noche, que luego se tradujo poéticamente en una lluvia copiosa al salir, pero para eso falta.

A las 23:12, luego de una pausa prolongada, Las Manos de Filippi dieron su primer señal, cuando uno de sus integrantes, sumergido en un poncho y con gafas oscuras, deslizó una pista de música electrónica. De fondo se escuchaba un discurso de Cristina Fernández de Kirchner, y la gente gritaba: "Piquete, piquete". Pero no fue hasta las 23:30 horas que la banda se presentó ante un público que demandaba, enérgicamente, su presencia.

“Unidad para los trabajadores, al que no le gusta, se jode, se jode”, con este estribillo dio sus buenas noches la banda argentina que ha protagonizado con sus canciones momentos cruciales de la vida social de nuestros vecinos, al este del Río Uruguay.

“A Milei, patada en el ojete” se escuchó de algunos de los integrantes de la banda, y abrieron, como en su gira Milei se cae de 2024, con el tema del mismo nombre. Pasados 5 minutos, el público estaba entregado, y entre tema y tema, inevitablemente se habló de lo que definió el Cabra, vocalista de la banda y líder, como un momento histórico en su país. Habló de la revuelta juvenil en Chile por el boleto que unió en la lucha a toda la comunidad y observó:

“En Argentina está pasando todo lo contrario, aunque lo mismo, me refiero al contrario de la generación, que hoy une a la lucha... y se reconoce, que tienen razón los viejos. De punta a punta, la clase obrera decodifica con sus pares”.

El disco M.A.C.R.I. (Mente Anticapitalista Revolucionaria Internacional), repleto de ácido, sonidos electrónicos, cumbia y mucha rabia, se mezcló con los clásicos de la banda. Dejaron la persiana abierta y se pudo apreciar que cambiaron los muebles, sumaron actualidad y nuevos sonidos que le dan una vigencia total a esta banda, a 30 años de Sr. Cobranza.

El sistema, Himno del cucumelo, Las Ballenas, Sr. Cobranza son algunas de las canciones que dejaron. Mucho rock and roll, cumbia, reggaetón, música electrónica, acompañan el viaje de letras reivindicativas de Las Manos. Una banda que provoca, al punto de que hizo bailar cumbia a viejos rockeros desconcertados y entregados a este grupo de antisistemas que navegan en la diversidad sin más juicios que el que señala al poder.

00:14 Las Manos comienzan a prepararse para su retirada, dejando músicas ineludibles y sus críticas a un sistema que se muestra hostil y peligroso para la clase obrera. Así como a comienzos del 2000, esta banda que se compromete con la realidad social, le pone música y voz al sentir de los oprimidos, codifica el enojo y lo convierte en música, llena de ironía y aspereza. Se fueron anunciando su regreso en noviembre.

 

•  Hernán "Cabra" de Vega: Voz, guitarra y letras.
•  Germán "Pecho" Anzoátegui: Trompeta y voz.
•  Pablo Marchetti: Sintetizadores, samplers y coros.
•  Guido Durán: Bajo y coros.
•  Christian Fabrizio: Batería.
•  Gabriel Kerman: Guitarra y coros.
•  Silvio Pellis: Guitarra.

00:33 horas, otra pausa se posa sobre el Live Era, en este caso a la espera de La Tabaré.

En el corral, los cigarros y las charlas fueron intercambiados en plena digestión de la ráfaga filippera, revuelto todo en una especie de cóctel que el pogo agitó.

01:09 horas, La Tabaré aparece y suelta el primer tema, Mugre. Estoy Bien le siguió, mientras, el pogo tomaba una consistencia constante. Diez minutos después sonaba A renacer del último disco; fue la tercera canción, y luego Tabaré saludó la presencia de Las Manos de Filippi, “que es una gran banda” y que “Cuando las bandas son de rock, tienen algo que decir. Porque para la mayoría de los que no tienen nada que decir, están todos los otros estilos”, obviando que ellos danzan en estilos disímiles. ¡Vamos! Terminó.

Del proyecto Neptuno, dijo Tabaré, estar a favor de los que están en contra. E iban quedando atrás A renacer, La tecnocracia, Galope, La meta. Luego, y antes de la siguiente, exhortó: “Recordemos esta canción que tal vez no tenga nada que ver con lo que puedo decir, pero es nada más ni nada menos que de Violeta Parra” y cantaron ¿Qué dirá el santo padre?. Le siguieron Caos en ROU, Perdón el cuestionario y Marga. Hasta que llegó el clásico de siempre, Romancero.

El calor, entre saltos y gritos cantados, entre pogos que iban tomando forma, mientras se corregía a los desalineados de siempre, que interpretan el pogo como una oportunidad de golpear a otros, se iba haciendo agua. El agua, como leitmotiv de una noche que se diluyó, pero que sació la sed de exorcismo que la convulsión del hoy provoca. Después de Jardín de infantes, No más presos, Montevideo y País belleza, cantaron Distopía.

Mientras tanto, te regalo:
Un ramo
De flores de plástico
Y un tanque de oxígeno
Y un pájaro pálido
Y un sueño caótico
Y es que los distópicos
Y un futuro químico
Y un beso electrónico
Y muy poco más
Cuánta sed,
Cuánta sed,
Cuánta sed...
                                          -Distopía-.

Malambo, Euforia, Kafkarudo, Excepto, siguieron alimentando un pogo que no cesó, un pogo que sudó la camiseta y dejó la voz en ofrenda, entre saltos y transpiración, como devotos de una secta que adora al rock and roll.

Después del pedido de La Tabaré de cantar temas nuevos, ante los reclamos de algunos conservadores nostálgicos entre el público, que renegaban pidiendo clásicos de la banda, llegaron, como un postre para chicos, Ojalá y Pagar, sobre el final.

02:42 horas, La Tabaré cerraba su show. El sudor y la energía se quedaban allí, mientras todos salían, más livianos, a encontrarse con la lluvia. Entonces, la purga estaba completa, hasta una próxima.

La Tabaré:

•  Pamela Cattani: Voz y Kazoo.

•  Leo Lacava: Guitarras.

•  Marcelo "Chelo" Lacava: Batería.

•  Andrés Burghi: Batería (Invitado Perpetuo).

•  Tabaré Rivero: Voz y Compositor.

Cuatro Cuarenta