La Vela Puerca

Fotografía:: Jurema Torres

Crónica: Martín Carlevaro

18 de mayo de 2024

Antel Arena

 

El Antel Arena era un gran pendiente para La Vela Puerca. Lo reservaban para una ocasión especial. Y qué mejor que para conmemorar la tercera década. Lo emotivo del lugar y del festejo hizo que las entradas se agotaran rápidamente y tuvieran que agregar otra fecha para el día anterior que también se agotó. Y así, varias generaciones acompañaron a La Vela en su festejo, como la banda los acompañó seguramente a ellos en alguna parte de sus vidas.

Toda madre, padre, abuela, tío, hijo conoce alguna canción de La Vela casi que de memoria. Sonaron en la radio, en la tele, en los taxis, en los supermercados; es difícil explicar lo que moviliza esta banda en nuestro país y lo que generó a lo largo de los años con mayor y menor masividad, porque me animo a decir, no hay precedentes.

Con la mayoría del público ya dentro del mítico arena mientras algunos seguían calentando sus cuerpos afuera con alguna bebida espirituosa, La Vela comenzó su show con un tema de su último disco, “Jugando con fuego”, antecediendo lo que iba a suceder: “Ahora me toca a mi, no sabés el quilombo que puedo montar” El segundo tema cambió todo. Se fue dos décadas atrás para abrir con los vientos inconfundibles de “El Huracán”.

El orden de las canciones fue algo inesperado y estuvo muy bien que así sea, cambiando lo que había sido su último gran festejo de aniversario hace cinco años atrás, donde interpretaron en manera retrospectiva sus discos. No sabías cuál tema iba a ser el siguiente, lo cual para los recurrentes a los recitales puercos no es del todo habitual. “Casi Todo” y “Así vivir”, cerraron el primer bloque dando paso al primer “buenas nocheeees”. Después del saludo y agradecimiento mutuo entre banda y público, llegó la segunda cosa inesperada de la noche en poco tiempo: “Por la Ciudad”.

Uno de esos himnos que tiene la banda que hace que todo el mundo se levante por una energía que corre y te hace saltar. El siguiente tema no puedo decir de vuelta que fue una sorpresa, aunque lo fue, y una muy grata para mí porque me gusta mucho ese tema desde que salió ese disco, que fue el primero que tuve en formato físico que me pertenecía a mí y no a mi hermana. La canción en cuestión, “Escobas” y el disco “A contraluz”. Luego sí, algo cotidiano en los toques de La Vela, subió Diego Arquero a cantar “La Pastilla”, como también está grabado en el disco, y volvería a subir para cantar “Mal de Karma”, como también acostumbra hacer. El siguiente invitado subió en una canción de La Vela Puerca claro, pero no a cantar la letra precisamente. Fue Fernando Santullo, vocalista del Peyote Asesino: “no voy a rapear la letra de la canción, sino unas estrofas inéditas que tenía y que logré que entraran poco antes del punteo final. No voy a hacer freestyle, lo mío es de guión. Tengo todo medido, fui al ensayo y vine también ayer a la prueba de sonido” 1 . La canción fue “La sin razón”, lejos de las canciones más rockeras del grupo, en lo que se refiere al rock tradicional, riff, guitarras eléctricas, distorsión.

En el próximo bloque de canciones hubo historias de genocidas en “Polidoro”, canciones viejas e inéditas (no están en ningún álbum de estudio) sobre conciencia social en “Caridad”, sobre depresión en “Para no verme más”, y lo más destacado, un recuerdo a los desaparecidos de la dictadura militar con “Colabore”, mientras se proyectaban imágenes de los detenidos desaparecidos de fondo, a pocos días de una nueva marcha del silencio. Si mencioné algunos párrafos atrás que mi primer disco fue “A contraluz” se imaginarán lo que me gustó la siguiente parte de temas que fue todo un homenaje a ese grandioso disco que nos hizo discutir en redes hace unos años si era verde o amarillo. “Claroscuro”, “Sin Palabras” y “Caldo Precoz”. Canciones que han salido y entrado en los setlists pero que no son fijas ni frecuentan. Como sí lo hace “Va a Escampar”, que no la tocaron, lo cual me di cuenta al día siguiente.

Entre tantos temones, no dio para extrañar mucho. Y si ya veníamos bien con la lista de temas y la pizca de nostalgia con canciones viejas, estamos a punto de llegar al clímax. Tras una crítica a la alta sociedad en “Burbujas”, apareció el único tema deskarado de la noche, “Alta Magia”, que contiene todo ese espíritu juvenil de la banda por aquellos años 90. Esta canción dio paso a un segmento de clásicos, podría llamarse, aunque tampoco son infaltables en las listas de La Vela. Aquí se incluyeron otras canciones de “A Contraluz” como “De Atar” y “Haciéndose pasar por luz”, una canción que habla sobre las adicciones y otra sobre el medio ambiente. También tuvieron lugar “Por Dentro” y “El Profeta”, este último sí un clásico, que dio pie a la salida de los músicos del escenario para dar paso a los bises.

El primer tema al volver fue con el que en algunas oportunidades han abierto los conciertos. “Quiero pedirte un favor quiero volverte a ver”. También se dio paso a los grandes invitados de la noche, Ruben Rada subió a cantar “El Viejo”-desafortunadamente los que fuimos el sábado no lo presenciamos- y Chacho Ramos cantó “Zafar”. Fue presentado como alguien ajeno al género pero se llevó la ovación del público al que seguramente hizo bailar en altas horas de la madrugada con su cumbia del interior, e hizo sonar fuerte el “olé olé olé olé, Chacho, Chacho”. Palabras de amor y agradecimiento de un lado al otro intercalados con abrazos uniendo géneros musicales porque en definitiva, la música es música y sobre todo somos todos uruguayos peleándola en un mercado difícil.

La noche cerró con “Llenos de Magia” y luego con “José Sabía”, el clásico con el Enano, su guitarra, y la gente. Un himno del rock uruguayo de esos que se cantan gritando y con el pecho cargado de emoción. Al dolor de seguir vivo que es lo bueno que tiene el dolor y también al placer de ganar y perder cuando todo parece jodido es cuando hay que poner Gracias Vela Puerca por estos 30 años.

Cuatro Cuarenta