Uno de los momentos más llamativos llegó con “Patas cortas”, una canción que lanza una crítica a la manera en que los medios de comunicación suelen presentar las noticias hoy en día, dejando entrever verdades incompletas o distorsionadas.
Entre canciones, no faltó el humor de Llamarada Díaz, el guitarrista, que con su clásico sarcasmo logró sacar más de una carcajada al público. Esas pequeñas intervenciones se mezclaban con la fuerza de cada tema, creando un equilibrio perfecto entre la intensidad del punk y el buen humor.
También invitó a los más pequeños a participar en el pogo, pidiéndole a las generaciones con más experiencia que les sostengan la mano para saltar juntos. Su idea de “hacer el pogo más grande” simbolizó esa unión generacional que se vivió a lo largo de toda la noche.
El cierre no pudo haber sido mejor. Con “Historias sin terminar”, la banda despidió una noche inolvidable. El título de la canción resultó perfecto para cerrar el show, porque la sensación fue que, aunque las luces se apaguen, la historia de Trotsky Vengarán sigue más viva que nunca.
Trotsky Vengarán entregó un show cargado de energía, humor y emoción, en el que niños y adultos agitaron juntos. La banda demostró una vez más por qué sigue siendo uno de los grandes referentes del rock uruguayo. Con momentos de pogo y otros de reflexión, dejaron claro que, aunque la noche terminó, su historia sigue sin terminar.